DE SAN MILLAN HASTA FRIAS

Ruta para un día, este es el contenido perfecto para un día de otoño, eso sí no podemos perder nada de tiempo, a primera hora estamos en San Millán de la Cogolla, cuna de la legua española, vamos a visitar sus dos monasterios, el del Suso y del Yuso, aunque en este caso solo pudimos visitar el Yuso o Monasterio de abajo, el mas nuevo y donde hay mucho más contenido, el del Suso o de arriba hay que reservar antes y ya no había posibilidad de visitar por la mañana, de todos modos la gran mayoría de visitas solo hacen el del Yuso, el de arriba es mucho menos interesante y solo se puede ir en autobús.
La visita dura unas dos horas aproximadamente desde que llegamos( en la zona hay varios restaurantes y la hospedería, además de una tienda de recuerdos fuera del monasterio) el Monasterio está dividido en tres partes, la dedicada a la orden Agustinos Recoletos, actuales regentes del monasterio y que ocupan un 40% del mismo y que no es visitable, otro 40% que es la parte que se visita donde están la iglesia, uno de los claustros, biblioteca, capilla,etc y la ultima parte dedicada a la Hospedería y que completa el 20% restante.

Las principales joyas que se guardan aquí son los libros de impresionantes dimensiones que se utilizaron para escribir en las primeros tiempos de la lengua castellana y las replicas de los primeros manuscritos encontrados de la lengua castellana, también digna de mención es la iglesia con unos espléndidos coros bajo y alto.

Nuestro camino continua hacía Santo Domingo de la Calzada que para hoy sería demasiado, nos dirigimos hasta Sajazarra para visitar uno de los nuevos pueblos mas bonitos de España y que acaba de entrar en dicha asociación, quizás un poco pronto para visitar ya que hay continente pero sin contenido, el pueblo es bonito sí pero si llegamos y nos encontramos casi todo cerrado poco podemos disfrutar de ello, un día de fiesta en diciembre y el Castillo cerrado, iglesia cerrada, solo un restaurante para comer y nada más para pasar un rato tramquilo ponemos rumbo hacía otro destino.

Frías aquí si hay de todo contenido y continente y como no a rebosar de gente, el pueblo está encaramado en una montaña o risco del que sobresale su Castillo, muy peculiar en cuanto a las formas, podemos disfrutar de un pueblo con sabor mediaval, con fachadas y calles empedradas por donde la gente viene y va, disfrutando en sus bares y restaurantes, que no hay muchos pero eso si muy buenos y con buenas vistas, no debemos de dejar de ver las casas colgantes y de hacer la comparación con las de Cuenca, vamos a llevarnos un recuerdo, que gracia hay en todos los sitios, dos cosas más a nuestro alrededor nos llaman la atención un puente romano que cruza sobre el Río Ebro, aún con poco cauce y también muy recomendable hacer una visita a Tobera donde descubriremos unas cascadas que cruzan el pueblo y que son una autentica maravilla de la naturaleza y así tenemos un día completo, cultura, ocio, gastronomía y naturaleza, sobre gustos los colores.