Bonita visita y muy agradable la que hacen desde Tureventos los Pedroches, con unas representaciones muy bien conseguidas, intentando llevar la historia hasta nuestros dìas, sin duda la gente poco a poco se integraba màs y màs, estamos habidos de nuestra historia cercana y poco conocida.
El Convento de Santa Clara sin duda es un buen referente en el Valle de los Pedroches, gracias a las restauraciones su estado de conservación es muy bueno.
Hasta 1444 Gahete
(Belalcázar) pertenecía a Córdoba pero el Rey Don Juan II de Castilla
dono estas tierras a Don Gutierre de Sotomayor. Así estas tierras
quedaban desligadas de Córdoba en lo civil y administrativo, pasando a
la antigua provincia de Extremadura. En lo religioso, si continuó
perteneciendo a Córdoba.
Don Gutierre de Sotomayor
alcanza el cargo de maestre de la Orden de Alcántara en 1.432. El Rey D.
Juan II de Castilla le hace merced de la villa de Gahete al maestre Don
Gutierre, este consigue del rey, para uno de sus hijos, la creación de
un señorío sobre el antiguo poblado de Gahete, hoy Belalcázar. Además
logra una buena boda para su vástago entroncándolo con la noble familia
de los Zúñiga, familia influyente en Extremadura emparentada con el Rey.
Los señores se establecen en Gahete habitando un hermoso
castillo-palacio construido en el centro del antiguo recinto
fortificado. Don Alfonso, el primer señor, murió joven dejando a su
viuda Doña Elvira al frente del feudo. Doña Elvira solicitó la merced de
Conde y la elevación de categoría de estas tierras, pasando de Señorío a
Condado. Así lo concedió el monarca y, en 1.466, comienza la historia
de lo que ya sería el Condado de Belalcázar, pues en este mismo año se
le cambio el nombre al pueblo, pasando de Gahete a Belalcázar
(bello-alcázar), en clara alusión a la belleza del castillo que presidía
estas tierras El primogénito de este matrimonio D. Gutierre de
Sotomayor-Zúñiga ( Fray Juan de la Puebla) a la mayoría de edad renuncia
al título y abraza la vida religiosa, primero como jerónimo y mas tarde
tras su estancia en Roma como franciscano con espíritu reformador.
Con estas circunstancias
familiares Doña Elvira quiere fundar un Convento de frailes franciscanos
y obtiene bula especial de Sixto IV. Se hizo saber la intención de esta
fundación al Capitulo de la custodia de castilla, celebrado en S.
Francisco de Úbeda " el Prelado nuevamente electo partió a Belalcázar, y
puso calor en la fundación con su asistencia, y de otros Religiosos. El
año siguiente, que fue de 1.476, al 7 de octubre, envió al P. Fray
Rodrigo de Barcones, Custodio de la custodia de Santoyo, y 24 religiosos
observantes". Junto al recinto religioso, se construyeron unas casas
donde la condesa y sus hijas, se retiran, con gran asiduidad, para rezar
y asistir a los oficios divinos.
Hasta tal punto llegó el
vínculo religioso de la familia condal con el Convento que, muerta Doña
Elvira (1.483) sus hijas Leonor e Isabel deciden profesar la religión
católica, como monjas de clausura, en un convento contiguo al de los
frailes. Pero la proximidad de ambos, y dado los tiempos que corrían,
aconsejó la separación de dichas comunidades. .Así pues., las monjas se
quedaron con todo el recinto cuya extensión era de veinticinco mil
setecientos metros cuadrados de los que unos siete mil metros cuadrados
eran de edificación, y a los frailes se les construyó otro edificio más
cercano al pueblo. Este nuevo convento de frailes se denominó de los
Cinco Mártires de Marruecos "se trasladaron los Religiosos de S.
Francisco, donde habían vivido trece años, al de los Cinco Mártires de
Marruecos, con gran solemnidad, llevaron el Santísimo Sacramento en
procesión solemne con acompañamiento popular, y concurso: hallase a este
acto y traslación el siervo de Dios Fray Juan de la Puebla. San
Francisco quedó con sus Monjas fundadoras con el título de Santa Clara,
sujeto a la custodia de Santoyo".
El antiguo Convento de los
franciscanos fue ocupado por las monjas en el año 1.490. Vinieron a
este lugar monjas procedentes del Convento de Nuestra Señora de la
Consolación de Calabazanos (Burgos), trayendo un trozo de la Columna en
la que ataron a Jesucristo para azotarle. Llegaron el 21 de febrero de
1.494 y desde entonces se llamó Convento de Santa Clara de la Columna.
La principales fueron dos hijas del Maestre de Santiago, don Rodrigo
Manrique, primas hermanas de Doña Elvira de Zúñiga, llamadas doña
Catalina y doña Luisa Manrique, religiosas de gran virtud y aprobación,
por lo que fueron nombradas abadesa y tornera, respectivamente, del
convento.
En el año 1.493, tanto
Santa Clara de la Columna como Los Cinco Mártires de Marruecos, son
desligados de la Custodia de Santoyo y acogidos a la de Santa María de
los Ángeles, fundada por Fray Juan de la Puebla. Admitido ya este
convento a la obediencia de la Provincia de los Ángeles, Fray Juan de la
Puebla hizo unas constituciones muy rígidas para que fuesen observadas
por las monjas de Santa Clara de la Columna y mando se guardasen a la
letra en dicho convento.
La Reina Católica Doña
Isabel teniendo noticias de la santidad de la comunidad de Santa Clara
de la Columna pasaba hacia la conquista de Granada se hospedo en ella
unos días, “con la experiencia, y trato de las religiosas comprobó la
opinión y vio su religiosa virtud” y concedió a la comunidad algunas
mercedes y gracias...