Empezamos a dar un paseo por los alrrededores, unos bancos de hierro mirando hacia las vias, mas bancos que habitantes, un esplendido merendero con bancos y cubierto desde donde contemplar el helipuerto y Sierra Madrona, sin duda echar un dia de merienda en este paraje merece la pena, nos dirigimos hacia las vias del Ave hay un paso inferior por el cual se dirige un camino hacia la localidad de Conquista ya en la provincia de Cordoba, a unos 500 metros podemos contemplar un puente de la antigua via de Puertollano-Peñarroya, los alrrededores estan invadidos por el bosque mediterraneo, monte bajo principalmente jaras, encinas, alcornoques, pinos, etc, volvemos hacia el pueblo subimos contemplando las antiguas instalaciones de las minas, los grandes montones de escombros que dejaron la zona paralizada hace mas de 70 años.
En su época de mayor esplendor,
a caballo entre los siglos XIX y XX,
las minas de El Horcajo se situaron
entre las más importantes del distrito
del Valle de Alcudia, y posiblemente
entre las más productivas de España
por su alta ley en plata, llegando a
movilizar la inversión de grandes capitales
que hicieron de estas minas un
ejemplo de modernidad y desarrollo
minero en un momento en que la minería
del plomo atravesaba fuertes
fluctuaciones por la gran competencia
de distritos tan emblemáticos
como el cercano Linares-La Carolina,
Cartagena-La Unión o la Sierra Almagrera.
En aquellos momentos de fiebre minera, el poblado de El Horcajo se había convertido en una pequeña ciudad con más de 4.500 habitantes en su haber, dotado de escuelas, hospitales, talleres, farmacia, una cooperativa de consumo y sociedades de socorro y recreativas (instaladas por la Sociedad Minero Metalúrgica del Horcajo), fundiciones y una magnífica iglesia que destacaba en el centro de la urbe. La llegada del ferrocarril en el año 1907 mejoró notablemente el transporte del mineral, si bien no pudo evi tar que la explotación pronto entrase en una fase de decadencia de la que ya no se repondría.
Volvemos sobre nuestros pasos y llegamos hasta N-420 tomamos direcciòn sur hasta llegar casi a la altura de la localidad de Fuencaliente, tenemos girar a la izquierda donde nos encontramos unos carteles de Pinturas Rupestres, continuamos durante unos 3km por una pista direccion La Batanera donde visitaremos las Pinturas Rupestres del mismo nombre y la Chorrera, despues de dejar nuestro coche bajamos por un sendero perfectamente señalizado y bastante transitado hasta llegar al rio Cereceda, apanas cruzamos el rio vemos las cuevas protegidas por un enrrejado, ya que estas pinturas estan consideradas monumento natural, seguro que debierón de protegerse mucho antes ya que desgraciadamente no se aprecian demasiado bien, seguro que para los seguidores y estudiosos de este tipo de pinturas sabràn sacar mucho mas provecho que nosotros, pero sin duda merece la pena, ademàs junto a las pinturas está la chorrera del mismo nombre, cuando el rio venga crecido debe de ser espectacular, aumque en este tiempo al no haber llovido aún mucho es poca el agua que cae, pero se tiene una ventaja puedes pasar por el rio con toda facilidad, poder apreciar el desgaste que ha producido en la piedra el paso del agua despues de miles de años.